Hoy viernes, 24 de julio, se ha realizado una visita al CICI (Centro de Interpretación del Cerdo Ibérico), por parte del Programa Diviértete Extremadura, que se está desarrollando en el centro de ocio del Ayuntamiento de Higuera la Real.
Desde el equipo del programa en esta localidad se quiere dar las gracias a Sandra, la encargada de la oficina de turismo, que ha sido la encargada de dirigir la visita guíada del CICI y por la explicación detallada del mismo.
El Centro de Interpretación Cerdo Ibérico, CICI, se ubica en la localidad de Higuera la Real. Destaca la importancia de la dehesa extremeña como ecosistema natural y espacio para la crianza del cerdo ibérico, producto gastronómico por excelencia en Extremadura. Se ubica en el centro cultural Claustro Jesuítico, entre el paseo del Cristo y la calle Fernández Dávila de la localidad.
Este municipio, situado al suroeste de la provincia de Badajoz, está inmerso en uno de los ecosistemas mejor conservados del mundo, la dehesa extremeña. El centro destaca la importancia de este ecosistema, producto del equilibrio que los pobladores de estas tierras han logrado alcanzar entre el aprovechamiento y la conservación del medio natural, en este caso representado por bosques de encinas y alcornoques.
El ser humano, a lo largo de los años, ha basado su modo de vida, en la explotación sostenible de la dehesa, lo que ha permitido la conservación de este rico ecosistema. En estas tierras tiene lugar la crianza del cerdo ibérico, un animal fuertemente ligado a la cultura y las tradiciones gastronómicas del pueblo extremeño, desde tiempos lejanos.
El Centro de Interpretación del Cerdo Ibérico nace de la necesidad de crear un espacio capaz de reflejar esta identidad cultural. En su interior, partiendo de la dehesa y el cerdo ibérico como hilos conductores, el visitante descubrirá aspectos esenciales de la historia y la etnografía de la comarca. Los distintos recursos interpretativos que ofrece el centro, profundizan en los factores que determinan la calidad de los productos del cerdo ibérico, tales como la propia raza y morfología del animal, su crianza y alimentación en plena dehesa a base de bellotas y pasto fresco, o los cuidados procesos de elaboración artesanal de los productos.